13.12.06

Tras semanas (¡meses!) de silencio, me asomo de nuevo por aquí para dejar constancia de que sigo vivo y conectado. Lo de conectado es un decir. El día después de mudarnos a Huétor-Vega pedimos el traslado de línea telefónica... que no se registró. Resultado: más de dos semanas sin línea. Con el adesele, más de lo mismo, pero peor. Hastiados de Jazztel, probamos con Telefónica pero ¡caramba!, tampoco registraron la solicitud. Hala, vuelta a empezar y dénse prisa por favor, que el tiempo pasa y la oferta del Dúo es sólo hasta diciembre. Total, al cabo de dos semanas más llaman y dicen que hasta mediados de enero no podrán darnos de alta por problemas técnicos. Venga, hombre, venga. Tras un periodo de reflexión y respiración, de comparar tarifas y condiciones con otras compañías, descartamos Yacom porque no hay cableado en Huétor y optamos por Jazztel, que tan amargos momentos nos ha dado en otras ocasiones, como cuando solicitamos ampliación de banda y nos dejaron dos meses sin conexión. Y pagando, encima. Y cobrándote un router nuevo que ni has pedido ni has recibido. Luego te devuelven el dinero si protestas, pero ya les vale. La moraleja es que, si algo te funciona, no lo cambies. Y que siempre se da peor servicio al cliente antiguo que al recién captado. Al menos, piensas, al haberte dado de baja antes de mudarte, te van a tratar mejor cuando solicites el adesele. Pues no. Resulta que en Jazztel conservaban todos mis datos a pesar de la baja, o sea que no he conseguido el estatus de recién captado al que aspiraba. A fecha de hoy, y desde finales de noviembre, seguimos esperando que nos den de alta...
Pero no quiero acabar esta entrada sin loar las maravillas de tener wifi en el ordenador, pues de otro modo no estaría escribiendo esto. Qué gran invento el wifi, que te permite conectarte sin cables, sin configurar nada y, lo mejor de todo, sin depender de las compañías de teléfonos para seguir trabajando. Y gracias, vecino desconocido con conexión inalámbrica, por velar sin saberlo por nuestra economía y salud mental.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Esperemos que el vecino no descubra cómo encriptar su güifi! ;-P

Daniel Cortés dijo...

¡Me apunto lo de «güifi»! Mucho más pronunciable que wlan, eso seguro... aunque también sería bonito que cuajaran términos como fidi (fidelidad inalámbrica) y rali (red de área local inalámbrica).