7.6.06

Una de las cosas que más me gustaron de Volver, de Almodóvar, es la crítica a la televisión que va goteando aquí y allá. Lo que estoy traduciendo ahora mismo va más allá y dice las cosas por su nombre:

Ver la televisión debilita la capacidad de atención. Peor aún, también deteriora la capacidad de desarrollarla. ¿Qué es lo que les gusta hacer a muchos adultos después de un duro día de trabajo en la oficina? Les gusta «plantarse» delante de la tele. Se trata de una expresión muy acertada: también plantamos vegetales. Aquellos que se lo toman por costumbre «vegetan» en el sofá (otra expresión acertada). ¿Qué significan estas expresiones? Que ver demasiada televisión te convierte mentalmente en un vegetal, en una planta. Los vegetales, las plantas, son pasivos. Carecen de locomoción, no manifiestan conciencia activa, son incapaces de aprender. Los peores casos de muerte cerebral humana se denominan «estado vegetativo permanente». Vegetar frente al televisor no provoca la muerte cerebral, pero sí la muerte mental. Cuanto más tiempo pase la mente en un estado vegetativo, más tiempo querrá permanecer en dicho estado. Al debilitar la capacidad de atención, la tradición visual ha hecho que los seres humanos dejemos de ser visualizadores e intérpretes, en un primer plano de la conciencia, de narraciones orales y escritas para ser receptores pasivos, en un segundo plano, de imágenes y narraciones impuestas visualmente. Este factor, a su vez, contribuye a la muerte mental de la civilización occidental.