19.12.06

Ayer cumplimos con nuestro deber de inmigrantes en tierras andaluzas y nos hemos empadronado en el ayuntamiento. Ahora ya somos oficialmente hueteños, podremos votar en las municipales para echar al actual alcalde y nos meteremos con los madrileños. Cuando era madrileño me metía con los catalanes y cuando era catalán me metía con los andaluces. Con un poco de suerte, me habré empadronado en todas las comunidades autónomas antes de llegar a viejo y así no me quedará nada de qué renegar.
Otro deber que se impuso Eva nada más llegar fue hacer la revisión ortográfica y de estilo de la entrada de la Wikipedia dedicada a Huétor-Vega, que era un poco patatera. Y ya que en ella se afirma que «entre sus productos gastronómicos más codiciados destacan el famoso vino de Huétor, las habas verdes con jamón y la morcilla», el deber que me he impuesto yo es el de comprobar la calidad de estos productos gastronómicos tan codiciados. Nada tengo que reprochar a las habas, el jamón ni la morcilla, pero el vino no es para tirar cohetes que digamos. Resulta que don José, el señor que vende el clarete en cuestión, tiene la bodega en nuestra calle, además del huerto (¿huétor?), las gallinas y una familia de gatos cuya población se regula de forma espontánea («tenía más gatos, pero los atropellaron los coches»). Tiene dos tipos de vino: uno seco y otro más dulce. Le compré un litro de cada que me vendió a tres euros, el tío (a estas alturas del año, decía, ya tenía las barricas casi vacías; también me mencionó como de pasada que este vino había ganado varios premios en la zona). Pues bien, el seco es malo y el más dulce es más malo (el mismo pero con la misma proporción de azúcar que la que le echan a la mermelada, por lo menos). Uno se ve tentado de modificar la referencia de la Wikipedia al «famoso vino de Huétor» pero, imponiéndome otro deber de hueteño de nuevo cuño, casi prefiero preservar intacta la reputación del vino local e invitar a una copilla de famoso azúcar de Huétor a todo el que venga a visitarnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡Nunca dejes de escribir!!