14.8.08


Al enumerar mis lugares favoritos del pueblo me doy cuenta de que hace dos años, cuando llegamos aquí, muchas de estas cosas no estaban: el Museo Real abrió después; el Turista terminó entonces su renovación; el Carmen de San Rafael y el parque de la Nava estaban en obras. Es casi como si todo esto hubiera aparecido en respuesta a lo que nosotros necesitábamos.
Y si no cuento lo que me pasó ayer, reviento. Resulta que durante más de un año he estado guardando en mi hucha de cerdito todas las monedas de un euro y de dos extranjeras que caían en mis manos. Así ahorraba para los gastos de Malaisia. Bien, pues ayer me pasé por el banco para cambiarlas por billetes. Vengo a cambiar monedas por billetes, les digo. ¿Cuánto? Doscientos euros. El hombre que había entrado detrás de mí va y dice: Pues yo vengo a hacer al revés, a cambiar billetes por monedas. Y adivina cuánto necesitaba: doscientos euros. Pues nada: hicimos nuestro intercambio y la cajera sólo dio oficialidad al momento, porque no tuvo que intervenir para nada.
Por efecto dominó se entiende aquello que ocurre cuando una pieza hace caer a la siguiente, y ésta a la siguiente, y así sucesivamente hasta que han caído todas las piezas. Pero es que a veces nos olvidamos de que al dominó no se juega así. Se juega poniendo en la mesa una pieza con dos números. Cada número reclama una pieza que tenga el mismo número, y esta nueva pieza reclamará otro número más. Cuando entré en el banco, estaba reclamando un número, y entonces apareció otro jugador con el mismo número. Para mí, el efecto dominó es esto: cuando una necesidad encuentra inmediatamente su respuesta.
Mis lugares favoritos de Huétor Vega (de la serie: Consejos para el viajero en Granada):
- El Turista: ahí es donde voy a desayunar dos o tres veces por semana. El trato es ideal, el interior está muy bien decorado y la terraza invita a cenar. Llenazo todas las noches de verano. En C/ Virgen del Rosario, 21b.
- Café Realengo: otro lugar para desayunar. Hay sombra en la terraza por la mañana y tienen aire acondicionado. Lo mejor, los pasteles. En la plaza de la Iglesia.
- Museo Real: lo llamamos "la Bruja", por la estatua de la entrada. Cervezas de importación, tapas generosas y decoración original. En la plaza del Mentidero (frente al antiguo Ayuntamiento). En la misma calle Real que empieza allí hay un puesto de shawarma y pronto abrirán un restaurante mexicano. Ñam.
- La Ruta del Vino: para tapear de noche en una terraza con palmeras y otros árboles. El pescado frito es fenomenal y tienen una legión de atentos camareros para que no te falte de nada. En la Avda. de Andalucía, 43.
- Wok. "Sigue el camino de la tapa asiática", dice el mantel. No sé squé me gusta más, si el concepto de "tapa asiática" o el transfondo Tao. Es el único restaurante asiático de la ciudad, por lo que es parte fundamental de nuestro peregrinaje gastronómico. Es moderno y tienen zona de no fumadores. Los woks están ricos y los aperitivos no están mal. Lo único malo es que sólo ofrecen buffet libre, de modo que no apetece ir si no tienes mucha hambre. En la Avda. Andalucía, 65.
- El Balcón del Genil. Lo han ampliado y tienen una refrescante terraza veraniega. La comida es de calidad y el truco para no gastar mucho es no pedir vinos ni postres. En la C/Luxemburgo, 31.
- El Guerra. La terraza del restaurante tienes esos aspersores tan refrescantes que me encantan. Y cuentan con la única piscina pública de Huétor (supongo que por eso no es barata). En el camino del Zute, 36.
- Para alimentar la mente además del cuerpo, la Biblioteca Municipal, en el carmen de San Rafael. No es que cuenten con un gran fondo, pero es la que tenemos. Cuenta con videoteca y una sala de exposiciones en el antiguo molino de aceite, que se ha conservado.
- Para alimentar el espíritu además de la mente, qué mejor que dar un paseo: por el mencionado carmen de san Rafael, por el parque de la Nava, por los miradores que dan a la Vega, a Monachil por la calle Sierra Nevada, al Collado del Contadero y el Parque Natural por el camino de los Neveros...

13.8.08

Esta nueva ficha de mi inventario de traducciones está dedicada a la narrativa infantil y juvenil. El otro día hablaba de la Misteriosa Sociedad Benedict, destinada a ser la gran revelación del género. Esta novela de Trenton Lee Stewart, publicada este año por Ediciones B, no sólo te hace pasar ratos divertidísimos siguiendo las peripecias de cuatro "niños brillantes en busca de oportunidades especiales", sino que te enseña varias cosas, a saber:
- que los pensamientos tienen una propiedad adherente que hace que se acerquen unos a otros
- que a tus pensamientos también se pegan mensajes dañinos transportados por las señales invisibles emitidas por aparatos como la televisión
- que para cada salida tiene que haber una entrada
- que nada reconforta más la mente que una respuesta simple a una pregunta complicada
...por ejemplo. Además, contiene pasajes tan bonitos como el siguiente: "La familia suele basarse en lazos de sangre, pero no siempre depende de ellos. Tampoco tiene que ser una cosa separada de la amistad. Los miembros de tu familia pueden llegar a ser tus mejores amigos. Y tus mejores amigos, estén emparentados o no contigo, pueden llegar a ser tu familia".
Para que no nos quedemos con ganas de más, existe una segunda parte, que he traducido esta primavera. La amistad entre los cuatro protagonistas se estrecha mientras recorren el mundo para salvar al hombre que los reunió y que da nombre a este singular equipo: el señor Benedict.
Y pasamos a otro bombón literario para jóvenes de espíritu: Atherton: la casa del poder, de Patrick Carman. Se trata de la primera parte de un relato de corte fantástico cuya continuación traduciré este otoño. Un mundo que experimenta violentas transformaciones, unos recursos que escasean, una sociedad jerarquizada cuyos límites se están rompiendo, una población separada por falsedades que se une para sobrevivir, un poder político que ya no puede seguir concentrado en manos de unos pocos. ¿Te suena? Si quieres saber más, corre a la librería y pide esta primera parte de esta saga que te dará mucho que pensar.
(Lo bonito además es que Bruño ha editado el libro con una cubierta que imita las tapas de cuero y con la silueta de Atherton en el centro. Y, en un arranque de originalidad, han decidido que la tinta sea marrón, como de tinta desteñida. Esta nota de color me recuerda a la tinta verde y roja de La historia interminable, lo que me trae maravillosos recuerdos.)
Naturalmente, puede que tengas más ganas de cantar y bailar que de pensar. No te lo voy a reprochar. Al contrario, en ese caso te animo a que te leas alguna de las cuatro novelas de High School Musical que ha sacado Montena y hemos traducido entre Eva y yo (bueno, ella ha hecho la mayor parte). Las llaman Historias de East High, y narran las peripecias vividas por nuestros escolares más cantarines entre la primera película y la segunda. La verdad es que están entretenidas y bien escritas, y respetan mucho las características y el entorno de los personajes. Y a nosotros nos dan de comer. Dos novelas más están en camino y, coincidiendo con el estreno (¡en cines!) de la tercera y última película del "musical de instituto", saldrá también su adaptación en forma de novela. Eso quiere decir, claro, que en casa (incluido Janfri) ya sabemos todos cómo acabará la saga musical y quién es el asesino... de la estrella de la radio: es la tele, y en concreto Disney Channel, que empezó con las Patoaventuras y ha terminado creando fenómenos del pop como Britney, Aguilera, Timberlake y, ahora, a una nueva generación de ídolos tween como Miley Cyrus (de la serie Hannah Montana) y los Jason Brothers (protagonistas de Camp Rock). Y lo que te rondaré, morena...
Mientras tanto, a cantar se ha dicho, porque "cantando se alegran, cielito lindo, los corazones".
Y, ya que mencionaba antes a Marisol y Jeanette, diré que tengo el corazón contento... porque me voy. De vacaciones, por fin. Eva y yo hemos hecho ya algunas escapaditas este verano, como por ejemplo a Almería (cuna de Manolo Escobar), y también nos hemos cogido un puente hasta Mallorca (y ya prometo bajar la densidad de referencias musicales), pero ahora salimos a hacer el viaje del año: Malaisia. Y nos vamos como invitados a una boda que promete ser tan espectacular como las de Los Cuatro Fantásticos 2 o Piratas del Caribe 3 (mis favoritas del cine, y tengo que plantearme también disminuir la densidad de referencias cinematográficas).
Como este blog se llama Notas del traductor, aprovecho la ocasión para aclarar cualquier duda respecto a cómo se escribe el país cuya capital es Kuala Lumpur. Aunque la lista toponímica de la ONU registra el nombre de Malasia, criterio que comparten la Unión Europea, el CSIC, la Wikipedia y la Real Academia (que dice que "no hay razón para sustituir como nombre del país el topónimo tradicional Malasia por la forma original Malaysia, ni por su hispanización Malaisia"), yo me inclino más por llamar Malaisia al país. Un poco por llevar la contraria, pero sobre todo por el razonamiento que hace Martínez de Sousa, que afirma que la forma Malasia "solo es correcta cuando se refiere a uno de los estados que forman la Federación de Malaisia, junto con Sarawak y Sabah". En esto está de acuerdo, por ejemplo, El País, cuyo Diccionario de Estilo define así Malaisia: "Estado federal formado por Malasia, en la península de Malaca, y Sarawak y Sabah, en la isla de Borneo", y añade: "El término malayo [...] tiene dos acepciones. La primera define al individuo perteneciente a la civilización malaya (también llamada civilización malasia), que engloba a la mayoría de los habitantes de Indonesia, Brunei, las Filipinas y Malaisia. La segunda se aplica a la lengua hablada por los habitantes de Malaisia". Sousa comparte este argumento e igualmente afirma que el ciudadano de Malaisia es el malaisio. Fácil. Así pues, las conclusiones que saco después de documentarme un poco son las siguientes:
- Malaca es la península asiática dividida entre Malaisia, Tailandia y Birmania.
- Malaisia es el nombre que designaría al Estado Federal, y sus ciudadanos son malaisios. El país está formado por Malasia (en la península de Malaca), y Sarawak y Sabah (en la isla de Borneo)
- Malasia, o Malaya, es el nombre del conjunto de tierras habitadas por malasios (o malayos), en la parte peninsular (u occidental) del país. Tiene 11 miniestados, uno de los cuales es Malacca.
Así pues, y resumiendo, Malacca forma parte de Malasia, que forma parte de Malaisia Occidental, que forma parte de Malaca.
¿Está claro ya?

No, no he estado de vacaciones todo este tiempo. Estaba viendo Operación Triunfo.
Qué pasa.
Y ganó Virginia, demostrando que lo mejor que sabe hacer Risto, además de comportarse como un borde, es crear y vender un producto. Yo hubiese preferido que ganara Manu, que es como un Bisbalito. O Sandra, que es la que más se ha currado el concurso. O Chipper, claro, pero es que éste estaba a otro nivel. Estaban los concursantes y luego estaba Chipper.
La verdad, a mí una de las cosas que más me gustan de OT es lo mucho que hace por el revival. Ahí está Soraya, sacando discos de canciones ochenteras. O Lorena, con sus versiones de éxitos del cine musicales. O Edurne, lo mismo pero con canciones de teatro musical. Y no sólo se recuperan los ochenta, sino también los sesenta y los setenta: el mayor mérito de la última edición de Operación Triunfo ha sido, sin duda, volver a poner de moda a Marisol y Jeanette. Y ahora todo el mundo vuelve a tener "el corazón contento y lleno de alegría", que es lo más importante.