14.12.06

Dentro del alargado proceso de estreno de nuestro nuevo piso, estos últimos días Eva y yo nos hemos adentrado en el mundo del bricolaje. A ella le van más los temas de electricidad; yo de momento toco más el tema decorativo. Este último fin de semana, por ejemplo, me he dedicado a poner pomos en las puertas. A ella se le han fundido tres bombillas y yo me he dado tres cortes con el destornillador... en el mismo punto del dedo. Duele, pero más duele el orgullo, como dicen. Pasado el mal trago, las regletas se encienden y los pomos cierran como deben. Comprendo que, hasta que se popularice lo de hacer las tareas domésticas con varita mágica, à la Poppins, habrá que resignarse al duityoself, pero hay una cosa que me intriga del asunto... y es cómo puede ser que haya gente que disfrute con taladros, destornilladores y demás, clavándose astillas y exponiéndose a calambres. Es como si la gente fuera por ahí diciendo: mi jobi es limpiar los cristales de las ventanas, me relaja muchísimo, o: a mí es que me pirra llamar a telefónica para reclamar, o: lo mío es fregar el baño, los platos, el suelo, todo lo que pillo; no me pierdo ni un programa del friegamanía.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya canteulas, con lo bien que quedan los marcos en el comedor pintado de amarillo Alhambra y el pasillo de amarillo "intermediocre".

Daniel Cortés dijo...

Es que al final no elegimos el Alhambra ni el Intermediocre, sino el Marrón suave. Para otra habitación pillamos el Amarillo intermedio o Intermediamarillo, que no es como el Intermediocre pero se le parece. Al Marrón suave podríamos llamarle Suavarrón.

Anónimo dijo...

Pues conozco gente que se relaga fregando, que disfruta limpiando la casa, que le encanta transformar muebles, arreglar electrodomésticos, sí sí, existen!!

Daniel Cortés dijo...

Y seguro que hay gente que dice: cómo puede ser que haya gente que coja un ordenador y se meta en internet por gusto. ¡Y existimos! Lo bonito es que haya gente para todo, como diría mi amigo Antonio el ferretero (otro día hablaré de el).