25.5.08

Los cómics fueron los que me aficionaron a la lectura, pero no los dejé para leer novelas, sino que nunca he dejado de leerlos. Tampoco se puede decir que haya cambiado mis gustos, sino más bien que los he ido ampliando. Mucho. Aprovechando el descuento de planetacomic.net por la Fira del Còmic de Barcelona, me pedí unos cuantos cómics por correo que estoy leyendo ahora. (En la foto vemos a Janfri ayudándome a desempaquetar, o más bien haciendo posesión de su nueva cama).
De los que he leído, me ha encantado el Shazam! de Jeff Smith, un autor al que adoro. Desde luego, no está a la altura de su monumental Bone, que recomiendo a cualquiera que quiera leer una de las mejores obras de la historia, o mejor dicho, de la historieta.
La suerte es que Astiberri está reeditando los comic-books en tomos a color, en una edición muy cuidada en nueve tomos, y también en dos voluminosos tomos en blanco y negro (cuyo precio, 45 euros, me parece algo excesivo a pesar de sus 500 y pico páginas). Como decía, La monstruosa sociedad del mal de Smith une el clásico tono naíf que tan bien le va al Capitán Marvel con el estilo magistral del autor: un trazo expresivo y limpio en el que nada sobra, ausencia de textos de apoyo, uso de la página como unidad narrativa, ecos del 11S, un poco de mitología adaptada a las necesidades de la historia, ternura a raudales, y una capacidad asombrosa para representar niños.
Si la anterior era una aventura de superhéroes para todos los públicos, la que voy a recomendar a continuación es para fans que conozcan bien los universos de Marvel (Iron Man, Capitán América) y DC (Superman, Batman). Me refiero a la edición Absolute de JLA/Vengadores, que une a sendos grandes grupos de las dos principales fábricas de superhéroes. El guión de Kurt Busiek (artífice de la tan nostálgica como apabullante Marvels) no decepciona con esta espectacular narración de tintes clásicos, George Pérez (además de ser el más indicado para ilustrar esta monumental aventura con más de cincuenta personajes) dibuja cada vez mejor y, afortunadamente, esta edición de tamaño gigante hace honor a estos dos grandes autores.

Lo de que mis gustos no han cambiado sino que se han ampliado lo decía porque con gusto releería las historietas de Disney de las que disfruté en los Don Miki y los tomos Dumbo. Parece que Planeta está dispuesto a darme ese gusto, a mí y a otros nostálgicos, con tomos como el Don Miki: especial serie negra (ah, esas historias con Miki de detective en las que se enfrentaba a villanos como los Golfos Apandadores o la Mancha Negra). La selección de historias de los mejores autores italianos es muy buena (me ha sorprendido en especial Anderville, más negra de lo esperado) y también la traducción del experto Alfons Moliné (por cierto que los cómics de Planeta tienen la molesta costumbre de esconder el nombre del traductor en los títulos de crédito en letra muy pequeña).
Si te gusta mucho el cine, estás dispuesto a ver casi cualquier película. Si te gusta mucho leer, te zampas todo lo que cae en tus manos. Si no te gusta especialmente el cine o la literatura, de todos modos de vez en cuando verás una peli o leerás una novela. Porque destacan entre las demás por su calidad o porque corresponden a tus gustos. Pues con el cómic, lo mismo. Aunque no te guste mucho el cómic, lo normal es que te leas un tebeo o una novela gráfica de vez en cuando. Que leas historietas de humor, fantasía o realista dependerá de tus gustos. Y, si sale algo muy bueno, tendrás curiosidad por leerlo. Termino hoy este listado de recomendaciones con una de esas obras especialmente buenas: Fun Home, una historia autobiográfica de Alison Bedchel, autora de Dykes to Watch Out For, en la que evoca la figura de su padre. No hay excusa para no leerla, te gusten los cómics o no. Un relato sincero, estremecedor y muy lúcido que no puede dejar indiferente a nadie. Este cómic no lo he pedido por correo sino que lo he leído gracias a mi amigo Lawrence, que me lo regaló hace poco, y por ello le estaré siempre nagradecido.
Todavía me quedan unos cuantos cómics por leer, que es lo mejor de todo. Se me ocurren pocas formas más agradables (aunque las hay) de pasar fines de semana lluviosos como éste que saboreando las páginas de estos cómics.

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