21.2.08

He empezado el año traduciendo un libro ilustrado que me ha ocupado el mes de enero entero trabajando a marchas forzadas. Este libro, que se llama Do Not Open, es el causante, junto a la posterior gripe, de que no me asomara por aquí. A pesar de todos los problemas, he disfrutado muchísimo la traducción. El libro, la «enciclopedia de los secretos mejor guardados del mundo», es una recopilación en tono desenfadado y para un público joven de hechos curiosos que a muchos inquietan pero pocos te explican: desde las pirámides y los megalitos hasta el mundo del espionaje, pasando por el sudario de Turín, la Atlántida, la alquimia, la proporción áurea, los fractales, las ilusiones ópticas, los sueños, la combustión espontánea, los OVNI, los códigos de barras, los templarios, los verdaderos descubridores de América, el Triángulo de las Bermudas, los mecanismos de control estatal, lo último sobre los dinosaurios o el genoma humano. De todo, vamos.

Pego un par de fragmentos para que te hagas una idea:
En 1988, el Papa permitió que unos científicos dataran por radiocarbono un fragmento del Sudario. Se determinó que la tela databa de 1260–1390, por lo que no podría ser el sudario mortuorio de Jesús. Sin embargo, el profesor estadounidense Raymond Rogers reveló que el material de muestra empleado procedía de un trozo de tela diferente del resto, que probablemente se añadió en la Edad Media. Unas pruebas microquímicas mostraron restos de una sustancia natural, la vainillina, en el fragmento de muestra, pero no en el resto del Sudario. La vainillina se descompone con el tiempo y no se encuentra en materiales anteriores a la Edad Media. Por ello, el Sudario en sí podría ser mucho más antiguo.

Ahí va otro, que en realidad utiliza datos de Fast food Nation, de Eric Schlosser:
El sabor de un batido de fresa prefabricado procede de más de 60 productos químicos... ¡y ni una sola fresa!
Ingredientes que componen un batido de fresa «natural»: materia grasa láctea y leche desnatada, azúcar, suero lácteo, jarabe de glucosa rico en fructosa, goma de guar, mono y diglicéridos, goma de celulosa, fosfato de sodio, carragenanos, ácido cítrico, colorante E129 y aromas artificiales aromas artificiales (acetato de bencilo, ácido butírico, alcohol fenetílico, amilacetato, amilbutirato, amilvalerato, anetol, antranilato de metilo, benzoato de metilo, butirato de etilo, cinamato de etilo, cinamato de metilo, diacetilo, dipropilcetona, esencia de brandy, esencia de limón, esencia de menta, esencia de neroli, éter de ron, formiato de anisilo, heliotropina, heptanoato de etilo, heptilato de etilo, heptincarbonato de metilo, hidroxifenil-2-butanona [solución al 10% en alcohol], ionona, isobutilantranilato, isobutilbutirato, isobutirato de bencilo, isobutirato de cinamilo, lactato de etilo, maltol, manteca de lirio, 4-metilacetofenona, metilfenilglicidato de etilo, metilnaftilcetona, nerilisobutirato, nerolina, nitrato de etilo, propionato de etilo, rosa, salicilato de metilo, undecalactona, vainillina, valerato de cinamilo, valerato de etilo y solvente).
¿Solvente? ¡Mmm!

Ya lo ves, aunque el batido de fresa de una cadena de comida rápida no tiene fresa, al menos comparte un ingrediente con la Sábana Santa: la vainillina. Por eso, sería más acertado llamarlo «batido de Sábana Santa» que «batido de fresa».


Lo bueno de este trabajo es que documentándome sobre los diversos capítulos del libro he encontrado información bastante interesante sobre temas como la resonancia mórfica, la reencarnación, la pareidolia, el tigre de Tasmania, los fenómenos eléctricos, la materia oscura o la sucesión de Fibonacci.
La traducción de Do not Open me ha impulsado también a abrir la caja que contenía uno de los libros que más me impresionaron en mi infancia, que se llama El gran libro de lo asombroso e inaudito (Me encanta el título). Recuerdo quedarme fascinado ante sus artículos acompañados fotografías de los OVNI, el yeti, el monstruo del lago Ness, y sobre todo de espíritus y fantasmas. ¡Brrr! Estos artículos despertaron muchísmimo mi curiosidad, que encontró más materia de estudio en otros de los libros del Reader's Digest que iban llegando a casa: Hacia lo desconocido y El gran libro de la astrología. Pero ninguno causó tanta impresión en mi mente tierna y abierta como aquel compendio asombroso e inaudito del que este Do not open no es otra cosa que una modernización. Trabajando en él he revivido algunos de los momentos más intensos de la niñez.

4 comentarios:

Mila dijo...

Después de leer lo que has estado haciendo y esos párrafos que nos has puesto como ejemplos... En fin, que no dudes ni por un momento lo de la biografía de Ale. ¡Ni sobre nada de lo que te ofrezcan porque podrás con cualquier cosa!

Jesús, se me ponen frías las carnes al imaginarte buscando datos de mil cosas diferentes.

Sin embargo ¿ves? Lo que decía el amigo Carlos, qué razón. Te veo tan contento y satisfecho, a pesar de los sudores que sin duda te ha costado, y me veo a mí misma en casos semejantes, dando palmas de contento y no puedo evitar pensar lo de:

Pero sigue (seguimos) haciéndolo porque en el fondo, todos somos MUY gilipollas.

No tenemos remedio ¿eh? Debe de ser que esta profesión nos entontece...

Mila dijo...

Si antes hablo...

Esa cita es parte de un artículo que hace tiempo escribió César Ayala, pero... Le he cambiado el nombre en el comentario anterior y le he rebautizado como Carlos.

¿En qué estaría pensando? Tst, tst, tst

Mejor me voy a cenar algo y a descansar, sí.

Daniel Cortés dijo...

No, si no lo decía por la dificultad, que puede ser hasta un incentivo según el humor que tengas, sino porque lo que nos pagan no suele compensar el tiempo y el esfuerzo que dedicamos a libros tan complicados. Muchas veces es mejor aspirar a lo que más nos compense en relación trabajo/remuneración. ¡Y a lo que más nos divierta, que por eso lo hacemos, no por ser gilipollas ni nada de eso!

Anónimo dijo...

Yo era muy aficionado al Gran libro de lo asombroso e inaudito, particularmente a las secciones "Incursiones por lo desconocido" e "Imposturas, estafas y falsificaciones". Bueno, lo del reino animal (que ya no recuerdo el título de la sección) también me gustaba mucho. Hubo otro de Reader's Digest que también me gustó mucho, creo que se llama "Los poderes ocultos", o algo así.