9.1.08

Es un hecho conocido la gran veneración que los antiguos egipcios profesaban a sus gatos, que por lo visto llegaron a Europa a través de Egipto. Este chiste que me mandaron el otro día corrobora el origen egipcio del gato:


Esto me ha recoado a una serie de anécdotas históricas y legendarias sobre los gatos que me mandó Eva hace un tiempo. Este texto está en muchos sitios de Internet, pero parece que originalmente viene de la web migato.com

Según cuenta la leyenda, en el Arca Noé, los ratones se reproducían de una manera alarmante, haciendo peligrar las provisiones por lo que Noé preocupado solicitó ayuda del Señor, quien le indicó que debía acariciar tres veces la cabeza del león. Noé hizo lo que Dios le dijo y el león estornudó surgiendo de sus fosas nasales una pareja de gatos que restablecieron de inmediato el equilibrio en la embarcación.

La religión del antiguo Egipto incluyó el gato entre sus símbolos sagrados, estaba considerado como la reencarnación de los dioses en el trance de comunicarse con los hombres y manifestarles su voluntad.

Fue tal la adaptación del gato a la vida cotidiana de los egipcios, que su muerte era motivo de duelo familiar; Herodoto, en Los nueve libros de la Historia, manifiesta que los moradores de la casa se rapaban las cejas en señal de duelo. Tras su muerte, su cuerpo se embalsamaba y momificaba en locales sagrados, y en el lugar de su enterramiento se colocaba junto a ellos ratones embalsamados. En 1890 fueron halladas en la ciudad de Bubastis amplias necrópolis con más de 300.000 momias de gatos.

Los griegos, conocedores del valor del gato como cazador de ratones, intentaron comprar una pareja para hacerlos criar en Grecia; dada la naturaleza sagrada del gato los egipcios se negaron a esta transacción. Pero los griegos, a pesar de este argumento o quizá debido a él, robaron una pareja que llevada a Grecia extendió la raza al resto de Europa.

Entre los machica, pueblo predecesor de los incas, el gato era considerado una divinidad de orden superior.

Por otra parte, los celtas creían que los ojos de los gatos representaban las puertas que conducían hacia el reino de las hadas.

Los gatos llevaron una existencia más que placentera hasta que la Iglesia, hacia mediados del siglo XIII, comenzó una terrible persecución contra ellos, considerándolos como símbolo del diablo y cuerpo metamórfico de las brujas.

El aniquilamiento de los gatos fue de tal magnitud que cuando la peste negra azotó Europa en el siglo XIV, causando más de veinticinco millones de muertos, apenas sí quedaban ejemplares para luchar contra las ratas, principales propagadores de la enfermedad. Y sin ninguna duda, la plaga fue tan devastadora debido al desenfrenado exterminio de los gatos.

Para controlar a las ratas a bordo de los barcos, los armadores del siglo XVIII decidieron embarcar gatos. Allá donde naufragaban los barcos, los gatos solían escapar con vida. Esto explica cómo estos felinos han llegado a lugares tan dispares como la isla de Marion, en la zona subantártica, o a las Galápagos.

3 comentarios:

Mila dijo...

Simpático el chiste e interesantes las anédotas. Algunas las conocía.

Entre gatos y granitos de arroz tendremos que alargar las horas del día para disponer de tiempo para otras cosas... jajaja!

Muy ocurrente lo de "rice vice". Y espero con interés tu comentario sobre La materia oscura.

Si no te importa, pondré un enlace a tu sitio en mi Flandes ;)

Daniel Cortés dijo...

He visto que me has enlazado. ¡Y también el milgatos y el freerice! Un día tengo que ponerme a crear un listado de recomendaciones.
También he visto la reseña de La campaña afgana. Precisamente me han ofrecido la traducción de una biografía (más) sobre Alejandro Magno (Ale, para los amigos) y viendo lo que te ha costado parir tu traducción voy a pensármelo mucho antes de aceptar el encargo...

Mila dijo...

Que no te frenen mis comentarios sobre la traducción de La campaña afgana, porque, como comentaba en la reseña, lo que más me costó fue asimilar el hecho de tener unos personajes que por su comportamiento y su forma de hablar más parecen de hoy día, y situarlos en el escenario en el que transcurre su historia. No creo que haya muchos de estos casos en libros sobre Ale y a su época. Y menos si es biografía... Jijiji

En cualquier caso, después se queda uno más ancho que largo cuando lo ves editado :))