16.8.06

Ayer daba la impresión de ser el día más festivo del año (aparte de Navidad y Año Nuevo, claro): más comercios cerrados que nunca, má calles vacías que nunca. Es que todo Madrid estaba en la carretera, yendo o viniendo. O bien estaban en La Latina, celebrando las fiestas de la Paloma. En resumen, un buen día para trabajar con tranquilidad, sabiendo que ningún cliente te va a llamar. Eso sí, las fiestas son las fiestas, aunque haya que celebrarlas acompañando el sonido del teclado con Alfredo Kraus en La verbena de la Paloma.
Hoy tenemos a la portera de vuelta, la cafetería más concurrida de lo normal, con la clientela celebrando lo morenos que están o quejándose del frío que hace. ¿Frío? Ay, es que nunca estamos contentos. «Es una barbaridad, es una brutalidad, es una bestialidad», etc.

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