6.6.07

Se habla cada vez más
de las siete nuevas maravillas del mundo, y para mí que soy el único que está en contra de la candidatura de la Alhambra. Me explico, que si no voy a ser la persona más odiada entre la torre Eiffel y la estatua de Cristo Redentor. Esta maravilla del mundo, que lo es, resulte elegida o no, admite 8000 visitantes al día. 6000 de ellos compran su entrada con anticipación, y las 2000 restantes se ponen a la venta el mismo día, cuando se abre la taquilla a las 8.00 h. Pues bien, esta pasada primavera hemos tenido varias visitas, y a pesar de saberlo con varias semanas de anticipación, no pudimos comprar sus entradas a la Alhambra por Internet. Uno de nuestros invitados, Eric, empezó a hacer cola para comprar entradas a las 7 de la mañana. Cuando llehó a la taquilla, a las 10.30 h, no quedaban entradas para la mañana y compró para la tarde. Tuvo suerte. Otra de nuestras visitas, Susana, hizo cola a las 7.30 y a las 11, a punto de llegar a la taquilla, casi todas las 2000 entradas estaban ya vendidas y tuvo que rendirse.
Si varias semanas antes no puede reservar entradas, y para comprarla el mismo día tiene que estar haciendo cola como mínimo desde las 7, ¿al visitante le interesa que la Alhambra sea maravilla del mundo? No creo.
Quitando la Alhambra, y eliminadas las pirámides de Giza (por petición de los propios egipcios, que consideraban que el carácter maravilloso de sus pirámides no podía someterse a votación), ¿qué nos queda? Allá van mis siete preferidas (no necesariamente en este orden):
- la Acrópolis de Atenas
- el templo de Angkor de Camboya
- la ciudad maya de Chichén Itzá
- la Gran Muralla China
- el Machu Picchu
- Petra
- Tumbuktú
Se quedan fuera el Taj Mahal, el Coliseo romano, el Kremlin, Santa Sofía, el templo de Kiyomizu de Kyoto y la isla de Pascua, pero en fin, las maravillas son siete y no trece. Trece eran los que quedaron un día para cenar y sólo salieron once con vida.
Dentro de un mes, coincidiendo con los sanfermines, se anunciarán las nuevas siete maravillas en una gala internacional. Déjate de operaciones triunfo y eurovisiones, lo último son los concursos de piedras.

4 comentarios:

Susana dijo...

Me ha hecho mucha gracia tu comentario, también por ser parte implicada, me suscribo a tu opinión. Muy bueno lo de la cena de los trece que luego fueron doce, je, je, a ver si con las maravillas va a pasar como con 10 negritos :-)

Daniel Cortés dijo...

¡Hola Susana!
Quedaron once, ¿no? ¿A quién no cuentas, a Judas o a Jesús?
¡Te esperamos otra vez, y la próxima compraremos las entradas medio año antes!

Anónimo dijo...

¡Toma ya con los egipcios! Si es que son maravillosos, pa´chulo yo!

Daniel Cortés dijo...

Pues sí, las pirámides ya eran maravillosas mucho antes de que los romanos inventaran la palabra maravilla y construyeran el Coliseo. Esto me recuerda a ese concurso de imitadores de Charlot al que se presentó el mismísimo Charles Chaplin y no ganó. Por si acaso, siempre es mejor no participar en una competición que fue creada en tu honor.