7.3.08

Lo difícil es decidir si votar o no en las elecciones generales, no decidir por quién votar. Si tienes claro que quieres votar, no hay tantas opciones como para que cueste elegir un partido. Yo no creo que el mundo se cambie con la política sino cambiándote a ti mismo, y por otro lado me parece que la función de los políticos no es ocuparse de temas realmente importantes, como el medio ambiente o el desarrollo humano de los ciudadanos (de hecho, es mejor que los políticos no toquen lo que no saben manejar, pues nos han demostrado que cada medida que toman respecto a la educación, por ejemplo, es para peor). Su función más bien es la de actuar de barrera para impedir un estado de cosas que obstaculice el desarrollo de la humanidad, es decir, un gobierno de tipo totalitario, religioso o militar. Si la política es necesaria, entonces habrá que seguir el juego electoral, y en ese caso optaré por uno de los jugadores de menor representación y que no haya estado nunca en el gobierno, para favorecer la pluralidad.
Pero ir a votar no debe hacerme creer que ya he cumplido con mis verdaderas obligaciones con la sociedad y el mundo, y en otras ocasiones he recomendado el apoyo a las acciones de movimientos no institucionales como Greenpeace, Avaaz o el Movimiento Clima.
Protegiendo este mundo que no nos pertenece sino al cual pertenecemos, nos protegemos a nosotros mismos, pero hay oras formas más directas de ayudar al ser humano y es adhiriéndonos a las campañas por Internet de Amnistía Internacional (la tarifa plana es muy cara y hay que amortizarla). El paseo virtual de hoy empieza pidiendo al gobierno chino que erradique la pena de muerte y respete los derechos civiles, en concreto en el caso de unos activistas de derechos humanos detenidos recientemente, para cuando la atención de todo el mundo esté centrada en las Olimpadas; al colombiano, que proteja a las mujeres activistas; al iraní, que termine con las lapidaciones y en concreto que no se ejecute a la docena de personas condenadas actualmente a morir de esta forma; al español (sea cual sea) que no entregue a un ciudadano checheno a Rusia, donde no hay garantías de respeto a sus derechos humanos; al afgano, que no ejecute a un periodista; finalmente, y de cara al 8 de marzo, pidiendo a las Naciones Unidas que tome medidas para garantizar la protección de las niñas en las escuelas de todo el mundo. Si te apetece, haz clic en los enlaces y respalda estas peticiones. Otras formas de ayudar son contratar el Depósito Actúa o comprando arte implicado.
Por si alguien tiene dudas de que estas acciones sirvan de algo, enlazo aquí una página de buenas noticias de AI y otra con conclusiones de Intermon-Oxfam sobre la Hoja de Ruta de Bali, obtenida en gran medida gracias a la presión social ejercida en todo el mundo. En dar este paseo, de petición en petición, se tarda menos que en ir al colegio electoral a votar. Imagínate la fuerza que representa el bloque de personas que acude a las urnas, aplicada al activismo virtual. Si es que ni nos damos cuenta del poder que tenemos.