22.6.07

No menosprecien la importancia del traductor, amigos. Y les diré por qué. Parece ser que, al pasar el Antiguo Testamento del hebreo al griego, se tradujo la palabra almah (mujer joven) por parthenos (virgen). Esto ocurrió en el siglo III a. C., y desde entonces se ha utilizado la palabra parthenos en las traducciones al griego, el idioma de los Evangelios. Según esta teoría, seria un error de traducción lo que dio origen al dogma de la virginidad de María, madre de Jesús. Me asusta pensar que unos traductores de la Antigüedad fueron responsables de la ejecución de herejes en el Renacimiento y el conflicto del Ulster pero, por si acaso, confíen sus traducciones a profesionales y asegúrense de pagarles bien. Nunca se sabe lo que puede desencadenar la desidia de un traductor descontento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué fuerte amigo!