11.7.07

Lo último en animación no tiene nada que ver con Ratatouille ni Shrek ni Naruto. Presta atención porque, si no has oído hablar de Avatar, no sabes lo que te pierdes.

Avatar, la leyenda de Aang es una serie que emite Nickelodeon desde el 2005 y que también puede bajarse de Internet por iTunes y otros medios. De momento han aparecido dos temporadas de 20 episodios y la esperadísima tercera temporada está a punto de empezar. Aang, el avatar, despierta de un estado de hibernación para detener una guerra que enfrenta a la nación del fuego con las naciones del agua, del aire y de la tierra. Procedente de la tribu del aire, Aang deberá aceptar su condición de avatar y dominar los otros tres elementos para poder traer la paz al mundo.

A pesar de su estilo anime, esta serie no es japonesa sino estadounidense, y las fuentes de las que bebe son tanto las mitologías asiáticas (entre ellas la china, la india, la tibetana y la inuit) como modernos animes como las películas de Hayao Miyazaki. El esfuerzo de documentación no sólo se nota en la forma de evocar de las culturas orientales sino también a la hora de plasmar elementos visuales como la caligrafía o los estilos de lucha (Tai Chi Chuan para los maestros del agua, Gung Gar para los de la tierra, Shaolin del norte para los del fuego y Ba Bua para los del aire). Además, la serie ha recibido una larga colección de galardones del medio televisivo, incluidos premios por el guión y por los personajes. Si esto no ha captado tu interés (me extrañaría), tal vez lo haga el hecho de que el maltratado pero inspirado M. Night Shyamalan va a adaptar la serie para el cine con actores reales, según informa Variety.

Navegando por Youtube me encontré el otro día con un AMV (anime music video) de Avatar muy bien montado, con música de Linkin Park. Todavía se me pone la piel de gallina al ver escenas como el despertar de las estatuas de las encarnaciones pasadas, la rabia del avatar calmada por Katara o el encuentro de Aang con su yo interior, plenamente realizado en su estado de avatar. El vídeo va firmado por un tal Daniel que no soy yo, por cierto.

Todo esto viene a cuento de lo que comentaba el otro día sobre los chakras (no confundir con chacra ni con chancra). La definición que da precisamente el Termcat es: "Cada uno de los siete centros energéticos situados a lo largo de la columna vertebral que, según el hinduísmo, ponen en contacto el cuerpo físico con el cuerpo sutil."

Si esta definición te sabe a poco, en el capítulo 19 de la segunda temporada, El gurú (uno de mis favoritos, junto con El desertor, que es el 16 de la primera temporada), un nuevo personaje, el gurú Pathik, da una explicación muy completa de lo que son los chakras, una de las mejores con las que me he encontrado. Aang acude a este maestro para aprender a dominar el estado de avatar, que le permite canalizar la energía de todas sus encarnaciones anteriores pero que le asusta por los peligros que comporta. Pero mejor cedo la palabra al gurú Pathik. (He traducido estos diálogos a partir de las transcripciones del estupendo sitio de Avatar Spirit. Las imágenes proceden también de este sitio web.)

Para dominar el estado de avatar, tienes que abrir todos los chakras. A lo largo del cuerpo hay siete chakras. Cada reserva de energía tiene un propósito y puede quedar bloqueada por un tipo específico de impureza emocional. Ten cuidado... abrir los chakras es una experiencia intensa, y una vez hayas iniciado el proceso ya no podrás parar hasta que se hayan abierto los siete. ¿Preparado? Primero abriremos el chakra de la tierra, situado en la base de la columna. Se ocupa de la supervivencia y lo bloquea el miedo. ¿Qué es lo que más temes? Deja que tus miedos se te aparezcan con claridad. Temes por tu supervivencia, pero debes abandonar esos miedos.

Luego está el chakra del agua. Este chakra se ocupa del placer, y lo bloquea la culpabilidad. Ahora, presta atención a toda la culpabilidad que arrastras. ¿De qué te culpas? Acepta la realidad de que estas cosas hayan pasado, pero no dejes que empañen y envenenen tu energía. Si vas a ser una influencia positiva en el mundo, debes perdonarte a ti mismo.

El tercero es el chakra del fuego, situado en la barriga. Este chakra se ocupa de la fuerza de voluntad, y lo bloquea la vergüenza. Qué es lo que te avergüenza? Qué es lo que más te decepciona de ti mismo. Nunca encontrarás el equilibrio si niegas esta parte de tu vida.

El cuarto chakra está situado en el corazón. Se ocupa del amor, y lo bloquea el duelo. Pon frente a ti todas tus penas. El amor es una forma de energía que se arremolina a todo nuestro alrededor. Deja que se lleve el dolor.

El quinto en esta cadena es el chakra del sonido, situado en la garganta. Se ocupa de la verdad, y lo bloquean las mentiras. Las que nos decimos a nosotros mismos. No puedes mentir acerca de tu propia naturaleza.

La sexta reserva de energía es el chakra de la luz, situado en el centro de la frente. Se ocupa de la intuición, y lo bloquea la ilusión. La mayor ilusión de este mundo es la de la separación. Las cosas que crees que están separadas y diferenciadas son en realidad una sola. Todos somos una sola persona, pero vivimos divididos. Todos estamos conectados. Todo está conectado.

El chakra del pensamiento está situado en la coronilla. Se ocupa de la energía cósmica pura y lo bloquean los apegos terrenales. Medita acerca de lo que te pega a este mundo. Ahora, piensa en tus apegos y abandónalos. Deja que fluya la energía cósmica pura.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me has convencido.Me lo bajo.¡Besoss!!